miércoles, 29 de octubre de 2014

Nada de reprimendas

Ya han caído los últimos granos
de nuestro reloj de arena,
el tiempo se ha terminado,
ni tú, ni yo, lo hemos volteado.
No ha habido sollozos,
nada de reprimendas,
ni si quiera una leve discusión.
¿Para qué?
El glaciar frío fue avanzando
poco a poco, día a día,
hasta congelar lo que sentíamos.
Ahora te veo y no me ilusiono,
me parece lejano la alegría
y el amor con el que te recibía,
los sentimientos se han evaporado
dejando una laguna vacía
entre parajes desolados.
Desbarataste mis ilusiones
con grandes torpezas
de constantes vacíos
y disculpas tardías.
¿Qué te ha pasado?
¿Qué nos ha ocurrido?
Te has acomodado
en tu asiento mullido
mirando por la ventana
las series aglomeradas.
No quiero contigo encerrarme
de forma obligada,
si llueve, caminaré bajo la lluvia,
me abrigaré si hace frío,
pararé a recobrar el aliento
si me canso,
ya que el mundo es bello,
la vida es bella y no es eterna,
quiero disfrutar de cada estación,
contemplar ahora por ejemplo,
los colores de este otoño en los árboles,
la infinidad de verdes, de marrones,
de naranjas, de amarillos, incluso de rojillos.
Necesito ver el mar,
espacios vastos abiertos,
contemplar las lunas llenas,
tan sólo al mes es una.
Hace mucho tiempo
que no me dices: ¡Te quiero!
Y tampoco yo a ti.
He de irme a ver lo que te he dicho,
y a sentir alguna pasión,
aunque sólo sea
la de ver en primavera
un prado verde
con rojas amapolas.

martes, 28 de octubre de 2014

Lo que veo soñando

Una cortina
de amuletos de hojalata
me bloquea el ver más allá.
Eso es lo que veo soñando
al intentar imaginar
el futuro sin ti.
Me despierto del sobresalto,
ya que amar para mi
es sinónimo de libertad.
No deseo para nosotros
espacios cercados,
aunque estén engalanados,
tampoco deseo que uno sea
afluente del otro.
Quiero que seamos
el mismo cauce,
que nos complementemos
en casi todos los trechos,
que pacifiquemos las aguas
donde haya corrientes
yendo al unísono
con aguas transparentes
que ayuden a florecer
los márgenes que besemos.
Deseo algún que otro salto,
sentir, aunque sea breve
un volar en el aire,
pero no es necesario
que sea espectacular.
Pasar abrazados
por terrenos áridos,
que seguro que atravesaremos,
también me gustaría
encontrar sencillos remansos
donde poder gozar
del sol, de la luna,
de perfumadas brisas.
Serán bellos descansos
tras jornadas obligadas
sorteando peñascos,
algunos con bordes afilados, seguro.
Todo esto desearía,
no sé si puede ser.
Tu opinión,
escucharla, me encantaría.

Un día completo

Un día completo
es cuando te veo.
Tengo la fortuna
de que sea casi a diario,
te busco entre clases
cuando no coincidimos.
Un día completo
es cuando te veo,
aquel fin de semana
que te acercas a la biblioteca
donde sabes que tu asiento
está guardado junto al mío,
la luz se vuelve más diáfana
y los colores suben su intensidad.
Un día completo
es cuando te veo,
me gusta tu sonrisa,
el brillo profundo de tus ojos
en los cuales me internaría
navegando en el océano
de tus sentimientos,
sin brújula, sin remos,
tan sólo me dejaría llevar.
Un día completo
es cuando te veo,
pero hoy es mucho más,
hoy es completo
a punto de desbordarse,
ya que he desatado
el amarre de mi timidez,
algo que tu esperabas,
y por fin, hoy,
te he dicho al verte
lo que siento.